Cómo arrancar un estilo de vida saludable sin tirar la toalla.

Es lunes de una semana cualquiera. Te levantas, te paras frente al espejo y te dices a ti misma: “¡Ahora sí me voy a quitar estos kilos, como sea!”

Vas a la cocina, desayunas claras de huevo, te inscribes en el gimnasio y te vas entrenar dándolo todo. Estás decidida a ponerte en forma.

Pero pasan los días y los dolores musculares comienzan a aparecer; hasta un movimiento tan básico como sentarte se convierte en una tarea titánica.

Ni hablar de tu dieta. Ya no puedes ver ni en fotos la pechuga de pollo y la ensalada se ha convertido en tu menú recurrente.  

Un día, sin saber cómo, tienes una hamburguesa entre manos a punto de ser devorada. ¿El gimnasio? Ya ni te acuerdas cuando fue la última vez que fuiste. 

¿Te suena familiar esta historia?

No tienes que abandonar porque tengas una falla. 

Si eres de quienes han intentado varias veces adoptar el fitness como un estilo de vida, pero siempre hay algo que sabotea tus mejores intenciones, debes saber que no estás sola.

Esta situación es tan común que solo una minoría de las personas que arrancan un plan para ponerse en forma, logran mantenerse en él.

Es verdad que arrancar no es fácil y mucho menos sostenerlo en el tiempo, pero no es imposible. Y la muestra somos cientos de miles de personas que ya lo logramos.

Entonces, ¿por qué tú vas a ser la excepción?

Créeme, quienes estamos en este estilo de vida no lo hacemos bien todo el tiempo.

Fallar es súper normal, solo que cuando nos sucede lo aceptamos, pasamos la página y retomamos el plan de inmediato.

No nos pegamos en la frustración o pensando que no vale la pena continuar.

Hay que ver el fitness como un proceso. Un paso a paso, donde unas veces retrocedemos y otras avanzamos mucho; todo eso es normal.

No existe nadie que lo haga perfecto los 365 días del año. Ni yo misma que lo practico desde que era adolescente y lo promuevo, soy estricta todo el tiempo.

Y eso pasa porque hay momentos en la vida en los que estamos más enfocados, pero otras veces nos relajamos.

Lo importante es que, sin importar la etapa en la que estés, te mantengas como un roble ya sea con mayor o menor intensidad.

8 errores que pueden hacerte declinar de tu estilo de vida fitness.  

Todos los días, cientos de personas me escriben mensajes a mis redes sociales. A la gran mayoría le pasa lo mismo: tienen la mejor intención y entusiasmo de ponerse en forma, pero fallan una y otra vez.

Atender sus preguntas e interesarme en sus casos me ha ayudado a comprender cuáles son los errores más frecuentes que están cometiendo y les impiden lograr sus metas.

¿Será que tú también estás cometiendo alguno de ellos?:

1. Arrancar haciendo muchos cambios a la vez:

Cambiar de golpe el estilo de vida nada saludable que has llevado por años, solo te traerá estrés y será la receta perfecta para el fracaso.

Porque okey, puedes mantener una dieta radicalmente opuesta a la que tenías y entrenar a diario por un tiempo, pero en cualquier momento te sentirás agobiada y terminarás tirando la toalla.

Debes ser realista y dar los pasos iniciales progresivamente.

Como un bebé que primero aprende a sostener su cabeza con el cuello, luego se sienta, empieza a pararse, da unos pasitos, camina y, por último, corre. Así debes hacerlo tú. 

Dependiendo del nivel en el que te encuentres, podrías incluir pocos cambios cada semana. ¿Qué recomiendo yo?

  • Arranca con la alimentación sin hacer ejercicios; esa es la base de todo. Si comes sano y rico en nutrientes tendrás la energía necesaria para enfrentar todo lo demás.
  • Elimina el consumo de azúcar y todo lo que la contenga. Decir adiós a los refrescos, alimentos procesados, frituras y harinas refinadas será un excelente comienzo.
  • Deja los ejercicios para la siguiente semana.
  • Si no hacía nada de ejercicios, empieza con caminatas de 20 minutos 3 veces por semana. Puede parecer poco, pero es súper importante entender que el organismo se resiste por naturaleza a los cambios y si no cumples con un buen proceso de adaptación, no tendrás una base sólida que te permita continuar.  
  • SI cumples con facilidad los 3 días a la semana de ejercicios, podrás ir incrementando el tiempo de cada sesión, luego incluir otro tipo de ejercicios y agrega 1 día más. 

Puede que de esta forma te tome más tiempo alcanzar tu meta, pero va a ser mucho más efectivo. Y lo más importante es que será permanente.

2. Improvisar es el peor enemigo del fitness.

La clave para crear y sostener tus nuevos hábitos de vida está en crear un sistema que trabaje por ti, ya que tomar decisiones sobre la marcha es un error grave.

Ya tienes una vida agitada y decisiones que tomar; desde la ropa que vas a ponerte hasta la respuesta que le darás a un cliente. Cada una de esas decisiones llena tu “cuota de fuerza de voluntad diaria” la cual no es infinita.

Por eso, te será súper útil minimizar la cantidad de decisiones que vas a tomar a diario, teniendo organizado y preestablecido tu menú semanal diseñado para la meta que buscas (eliminar grasa, aumentar de masa muscular, etc.) así como establecer días y horarios para entrenar.

Eso eliminará muchas barreras de tu camino hacia la figura que quieres y te liberará de estrés adicional.

3. Creer que la motivación es la clave.

Inspirarte es importante para arrancar, ya sea con alguien en redes sociales, leyendo un libro o viendo un documental. Ellos pueden encender la chispa que necesitas para dar el primer paso.

Pero la motivación no es infinita y es normal que en tu proceso vivas momentos de pesimismo, tristeza, rabia y estrés.

Ahí es cuando entra al juego la disciplina, lo que es igual a “hacer eso que tienes que hacer quieras hacerlo o no.”

Y para eso es importante establecer estrategias, tener un plan de acción preestablecido y eliminar las tentaciones.

4. Monitorear tu progreso solo con el peso:

Hacer seguimiento de todos tus avances es importante porque, por más pequeño que parezca, es un nuevo impulso para continuar.

Lo malo es que midas el progreso únicamente basada en números, especialmente por el peso.

Porque aunque es una referencia valida, el peso es relativo ya que el músculo pesa más que la grasa y ocupa menos espacio. Y podrías haber ganado masa muscular -y, por ende, pesar más,- pero haber perdido medidas y lucir mucho mejor.

Además, recuerda que las mujeres pasamos por ciclos hormonales y habrá días del mes cuando retengas líquido y podrías pesar hasta 2 kilos más. Por eso, lo conveniente es siempre pesarte a la misma hora y en el mismo lugar.

Para mí, las fotografías son una referencia más acertada de tu avance.

Tómate fotos de seguimiento cada 2 a 3 semanas en el mismo lugar, con la misma ropa e iluminación. Así verás podrás apreciar tu proceso de transformación ¡será genial! 

Y no te obsesiones viéndote en el espejo a diario. Es muy difícil ver cambios de un día para otro y eso te puede desmotivar.

5. No rodearte de personas que te apoyen e inspiren:

Según el filósofo y maestro Jim Rhon: “Somos el promedio de las 5 personas con las cuales más nos relacionamos en nuestras vidas”.

¿Qué quiere decir esto? Que inconscientemente adoptamos su forma de pensar, actitud ante la vida, hábitos positivos o negativos, así como su manera de expresarse en general.

Por eso es tan importante rodearte de personas que te impulsen a ser mejor y apoyen en tus planes.

Son demasiados los casos en los que una decisión personal termina siendo influenciada por comentarios e ideas de otros, cuando lo mejor es observar tu propia forma de pensar y de actuar ante los retos. 

Por ejemplo, el pesimismo o negativismo es algo totalmente aprendido y, en muchos casos, imitamos las reacciones de otras personas ante sus propias dificultades.

La recomendación es clara: evita a la gente negativa que siempre tiene un problema para cada solución, porque si ya estás avanzando en el camino hacia tu meta, este tipo de personas lo pueden obstaculizar.

6. No dejar espacio para la flexibilidad:

La rigidez solo te lleva al quiebre; cuando eres flexible resistes mucho más.

Planifícate para que el 80% de lo que comas en la semana vaya en línea con la meta que buscas y controla tus porciones. Pero el 20% restante úsalo para darte tus gustos.

Recuerda que somos el resultado de lo que hacemos la mayor parte del tiempo. Y así como no vas a adelgazar por comer ensalada una vez, tampoco vas a aumentar por comer un chocolate en una oportunidad.

7. No creer en ti mismo:

Todos tenemos la misma capacidad para lograr nuestras metas, pero la diferencia entre alguien que lo logra y otra que no, es que la primera creyó en sí misma.

Afirma una y otra vez que sí puedes, aunque el camino al éxito esté una línea llena de curvas, huecos, subidas y bajadas con obstáculos.

Y recuerda siempre que equivocarse es totalmente normal. Cuando te suceda acéptalo, pasa la página y retoma firmemente tu plan.

8. No disfrutar de tu estilo de vida:

Solo las personas que salen de su zona de confort logran sus sueños. Y hacer cambios en tu estilo de vida te saca de tu comodidad.

Aun así, puedes disfrutar lo que estás comiendo y hacer ejercicios que te hagan sentir bien.

La clave está en encontrar un nicho que te guste, ya sea entrenar en casa usando el peso de tu propio cuerpo, ir al gimnasio, hacer crossfit, yoga o levantar pesas.

Hoy en día existen tantas opciones efectivas que el reto será conseguir la disciplina que disfrutes de verdad.

En la variedad está el gusto y cualquiera de ellas te puede ayudar a llegar a la misma meta.

¿Estás preparada para comenzar?

Si estabas dudosa acerca de arrancar este estilo de vida, espero que decidas aventurarte.

Lo importante es que lo adaptes a ti y te enfoques en alcanzar tu mejor versión sin compararte con nadie.

No existe un solo tipo de cuerpo, una sola forma de alimentarte o una manera única de entrenar.

Cualquiera sea la que escojas, comienza por crear una estructura que te sirva de mapa para mantenerte siempre en tu estilo de vida, aunque llegues a fallar.

¡Besos!

Cusi.

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